La existencia es cosa de un ratito, parpadeas y se va: entrevista con El Muchacho de los Ojos Triste
- Secuencias mx
- 4 ago 2020
- 5 Min. de lectura
Nancy Vergas
Una de las bandas más prometedoras desde el 2016 es El Muchacho de los Ojos Tristes, que ha conectado con gran parte de la escena mexicana con sus canciones tan llamativas, llenas de sentimiento y de sueños, como lo son “Un Delfín”, “La Chica del Tambor” o “Tengo Que Saber”.

Abel Bucio, Eric del Rey, Juan Maldonado y Wa Guerrero, son los encargados de llenar de color a este proyecto. Han logrado llevar el folclor del rock a distintas ciudades de la república mexicana, y destacar entre las bandas que llevan arraigadas las raíces nacionales, para convertirlas en letras que flechan al corazón.
“Papalote” es el regalo que nos trae la banda, para amenizar los meses tan sensibles que hemos tenido durante la pandemia, para apreciarnos y amarnos para así tomar de la cuerda el rumbo de nuestro destino. Hablamos con el vocalista de la banda, Abel Bucio, para que nos contara un poco más acerca del sencillo y de los planes futuros de la banda.
¿Qué es lo que inspira a El Muchacho de los Ojos Tristes a hacer letras y melodías?
Abel: El muchacho de los ojos tristes inició cuando nos juntamos hacer música. Esto sucedió en el primer show que fue por allá del 2016, porque previamente a que sucediera el show, cada uno de los integrantes tenía proyectos y ya una carrera dentro de la música. Cada quien era músico por su lado, pero cuando nos juntamos a hacer la banda, yo los presenté a cada uno y la música nos convirtió en amigos.
“Éramos músicos que nos juntamos para ser amigos y creo que eso es lo que nos inspira a seguir haciendo música, porque la conexión que existe se fundamenta en la amistad. El amor por la música está ya en cada uno de nosotros y creo que el hacer música juntos es gracias a eso; la amistad”.
¿En qué momento nace Papalote y por qué esta analogía?
Abel: “Papalote” se me ocurrió justamente en el momento más álgido de esta cuarentena. Recuerdo que fue por ahí de abril, que el sentimiento de incertidumbre, de no saber qué iba a suceder con la música, con la situación personal, familiar, en mi colonia y en la ciudad, como que toda esa incertidumbre me abrumó. Me puse a pensar en amigos, en familia, en los sueños que me atan a esta tierra y quise jugar con esa analogía del papalote, donde pienso que realmente todos somos como un papalote.
“Si no tuviéramos ese control o eso que nos ata la Tierra, ya seamos nosotros mismos, o como esos sueños que te mantienen aquí, perderíamos el rumbo y estaríamos a la deriva. Entonces jugué con esa analogía del papalote”.
Sabemos que “Papalote” se grabó en cuatro lugares diferentes, y fue desarrollada por cada uno de ustedes desde sus casas, ¿cómo se sintieron trabajando de esta manera?
Abel: Fue un experimento, porque el trabajar así era algo que nunca habíamos hecho. Hicimos un experimento previo a “Papalote”, con la canción “Tengo que Saber”, que hicimos como una versión desde casa. Funcionó prácticamente de la misma forma, como que cada quien ya conocía la estructura de la canción y la grabó sin tener idea lo que había hecho el otro.
Entonces al final, cuando tuvimos todo junto sonaba bien y todo tenía sentido, y pues “Papalote” fue creada de una forma muy similar. Yo escribí la letra y los acordes de la guitarra, luego se los envié a Tavo y ya él agregó el bajo, Eric su parte de la guitarra y Juan las percusiones.
Entendimos que de cierta forma trabajamos como un engranaje y estuvo padre experimentar eso, y ver también la forma en que funcionamos como banda sin estar dentro de una habitación los cuatro juntos, entonces eso estuvo padre.

¿Qué fue lo más difícil de trabajar a distancia, creen que podrían acostumbrarse a esta “nueva normalidad”?
Abel: Más allá de acostumbrarse, creo que lo queremos dejar como un experimento. Sí estuvo padre, sí es diferente, porque que te enfrentas a retos nuevos al trabajar de esta forma.
Personalmente no cambiaría el estar dentro de un cuarto y sentir la energía de las personas que están ahí, creo que eso es invaluable y algo que no tienes trabajando a distancia. Creo que la conexión musical y la comunicación que se tiene al crear una canción, es mucho más orgánica y más natural cuando estás frente a frente, que, a través de mails, video llamadas y esas cosas.
En cuanto a la portada del sencillo, ¿quién trabajó en ella?
Abel: Es una pintura que hice aquí en la casa, justamente pensando en los exvotos religiosos. Entonces es justamente eso, quise representar un exvoto en donde la analogía del papalote estuviera presente.
“Dibujé una muñequita que tiene un papalote, donde es esa misma muñequita; que representa que cada uno tenemos el control de nuestro propio destino, y pues jugando con la estética de los exvotos religiosos lo dibujé de esa forma”.
Después de este sencillo, ¿tienen planeado lanzar algún álbum o algún EP?
Abel: Ahorita estamos trabajando con otra canción que se llama Corazón de Alcachofa, y espero que, si todo sale bien, por ahí de septiembre ya la podamos estar publicando.
¿Esa canción también tiene que ver con todo el contexto de la pandemia o habla sobre otro tema?
Abel: Creo que no, dentro del catálogo del muchacho Papalote será como el referente para este momento que nos tocó vivir. Corazón de Alcachofa habla de otras aventuras dentro del amor y el ser feliz, o el tratar de serlo.
Conociendo más a Abel…
¿Algún otro arte que influya en tu música?
Abel: Últimamente el libro más cercano es una biografía de Patti Smith, que se llama “Just Kids”. Creo que a mí me gusta mucho como tener ese acercamiento con la historia de personas que admiro, y las biografías son como el documento más cercano a eso.
Si pudieras volver a vivir un concierto ¿cuál sería?
Abel: Sin duda el de Limp Bizkit en el Palacio de los Deportes en el 2001.
Tres canciones que te hayan acompañado durante esta cuarentena:
Una es de Courtney Barnett & Kurt Vile que se llama “Over Everything”, la otra no recuerdo el nombre, pero es una de una francesa de los años sesenta y la tercera el disco de “Los Espíritus” de Agua Ardiente.
Por último, ¿cuáles son los planes para El Muchacho de los Ojos Tristes cuando termine la cuarentena?
Abel: Pues quién sabe, porque quién sabe cuándo va acabar. Ahorita lo que estamos haciendo es escribir nueva música y tratar de tener material como para poder compartir en redes y no perder como esa comunicación y esa conversación con las personas que les gusta nuestra música.
Entonces, ahora estamos atentos a ver qué sucede y estamos viendo qué rumbo toma la industria de la música en México y pues a ver qué sucede.
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