Festival Marvin 2019: Una carrera por las calles de la Roma-Condesa

-Verónica de la Mora-

Fotos: Alinne Juárez

La Roma-Condesa vibró con los ecos de la novena edición del Festival Marvin el sábado 18 de mayo. Una serie de emociones, canciones y visiones de la música se dieron cita para experimentarlas juntos por las calles de la Ciudad.

Han pasado nueve años desde la primera edición del Festival Marvin, un evento que con el paso del tiempo promete cambiar las visiones del arte en sus distintas modalidades ya sea en la música, cine, conferencias, o en lo gráfico, con una serie de actividades que han logrado cumplir el objetivo principal del proyecto: “Impulsar talento emergente, romper esquemas y abrir fronteras”.

En el ámbito de la música, Marvin invita a sus asistentes a explorar nuevas propuestas sin importar género o ritmo. A diferencia de un Festival de música convencional, el evento se arriesga al realizar sus actividades en diferentes venues en un circuito de la Roma-Condesa, incluso abre sus eventos a conciertos gratuitos en Parque España.

Después de dos días en los que la Ciudad de México se cubriera de smog y se parara toda actividad al aire libre por la “bendita” contingencia ambiental, el Festival Marvin seguía en pie. Eran las 12:30 cuando Parque España poco a poco se llenaba por aquellos que esperaban el primer acto del evento: LNG/SHT presentando al colectivo Galaxia Cero.

Dio la 1:00 pm cuando subían al escenario LNG/SHT, Demian Crate, Max Chinasky y Guzmán Uve, bajo los beats de DJ Isacc, el colectivo Galaxia Cero entró con rimas y saltos teniendo la intención de que la multitud calentará motores. Era fácil perderse en la multitud conformada -en buena parte- por gente en camisas de cuadros, tenis Vans y una serie de gritos que pronunciaban “El punk rock arruinó mi vida”. Sin dejar atrás uno de que otro “Manos al aire”, veíamos al público subir y bajar sus brazos al ritmo del rap de cada uno de los artistas del Colectivo. Tal vez la –buena o mala- suerte de ser el primer acto cayó sobre Galaxia Cero ya que el cúmulo de Parque España no logró prenderse ante el ánimo de los raperos. Pero, al llegar la última canción todo el público coreaba el clásico “Llaves, Teléfono y Cartera”. Al finalizar este acto, el Parque España se vaciaba, grupos corrían o caminaban hacia el siguiente escenario que estaba por abrir.

La pregunta para muchos fue: “¿A quién vamos a ver?” En esta ocasión ocho espacios formaron parte de la edición del Festival Marvin: Sala Puebla, Departamento, Foro Bizarro, Caradura, Salón Patanegra y Parque España. Era una misión lograr moverse de un lugar a otro para poder llegar a tiempo a ver a un artista. El calor comenzaba a sentirse, la euforia en los asistentes frenaba un poco entre el movimiento de un lugar a otro en la Roma-Condesa.

Uno de los actos más esperados era Belafonte Sensacional en el Caradura a las 2:00 pm. Por razones del destino- o mala organización- dejaron pasar al bar una hora más tarde, lo cual retrasó los eventos contemplados en ese espacio. Con uno que otro chiflido, Caradura se llenaba ante la explosión de ritmo en Belafonte quienes comenzaron a tocar llevándonos a un viaje psicodélico mezclado con ondas rock-punk, la energía se traducía en las gotas de sudor que corrían por las sienes de los 8 músicos que se encontraban en el escenario, vestidos en luces rojas que con el paso de las melodías se transformaron en moradas y azules, la banda se perdía del público para dejarse llevar en él sentimiento y emociones de sus canciones. No podían faltar canciones como “Oh Shit, Oh Fuck”, “Resistol” o “Segundo Acto de Destreza Juvenil”, y para “destrozar el Caradura” concluyó con “Lo hice por el Punk”.

“¿A quién vamos a ver?”, era la pregunta que muchos se hacían al concluir el show de algún artista. Los cálculos en tiempos y música se perdían entre botellas en el marco de luces color rojo, en botellas de vidrio verde, y el humo del cigarro. Así como se vaciaba un lugar podía estar lleno otro escenario.

En Caradura continúo una de las propuestas que Marvin lanzó al aire; sube al escenario con una camisa de charro y sombrero a juego un músico junto a su bajista y guitarrista. Toma su instrumento y comienza Dani Bander a cantar “Los Locos” donde los asistentes que seguían en el recinto prestaban atención al trío mientras acercaban sus labios al cuello de una botella de cerveza. Las letras de Bander permiten ver su descontento por este sistema llamado Gobierno con canciones como “Disculpe usted”; en un músico así no podía faltar una canción al desamor, a través de guitarras fuertes nos dejó con “Los Derrotados”.

Las luces rojas a lo dejo permitían ver el letrero “Sound of Rum” arriba de la barra del bar, tras la presentación de Dani Bander siguió una de los proyectos internacionales que trajo Marvin, el chileno Verdor. Con su guitarra acústica y una computadora a lado mostraron esta combinación electrónica que se ahogaba en los gritos del cantante. Cómo lo dijimos, este festival es una ventana a la música no sólo de nuestro país, permite escuchar los sonidos y ritmos de diferentes países sin importar el género que toquen.

El Caradura estaba muerto cuando terminó la presentación de Verdor, en ese pequeño lapso de tiempo entre el cambio de bandas, un grupo de chicas fue acercándose al frente del escenario para ver al cuarteto de Dream Pop, DRIMS. Como una bocanada de aire, la banda llegó con gran entusiasmo a prender el Caradura, los gritos de todos llenaron de energía el lugar, era gracioso ver a los fotógrafos tratando de esquivar a las chicas que bailaban. “Amanecer” fue la canción encargada de abrir el show, el rostro de Alex, Armando, y Max se iluminaba de azul, mientras los sencillos “Panda” y “Casa” resonaban en las paredes del lugar. “Ya toquen flores” gritaba alguien a lo lejos, mientras estrenaban una nueva canción llamada “Jardín”. El show estuvo lleno de esas letras románticas enmarcadas por las guitarras sencillas y las luces de Caradura, los originarios de Monterrey cerraron su presentación con “Saturno”.

Mientras Caradura se llenaba del dream pop de DRIMS, The Guadaloops tenía un lleno total en Parque España, era imposible ignorar el bullicio a unas cuadras del lugar. El grupo conformado por: Tino El Pingüino, Fermín Héctor Sánchez, Berni Pérez, Sami Mendoza y Ferdinand González cautivo a si público con este estilo urbano en sus rimas. Unos afortunados veían el show desde un árbol, otros veían el evento desde las cámaras del celular de enfrente pero el coro de todos en la canción “Nunca es Tarde” demostró porque Guadaloops no podía faltar en esta edición de Marvin.

El olor a cigarro y unas latas de cerveza adornaban Parque España, cuando el público fue desalojando el lugar, y la pregunta seguía en pie: “¿A quién vamos a ver?”. De un momento a otro puedes tomar una decisión que puede quitarte la oportunidad de ver a un artista, pero seamos optimistas, la fiesta en Marvin nunca paró.

Tal vez hizo falta agregar un venue en la lista de Festival Marvin: Las camionetas de traslado. Para esta edición, el festival organizó un transporte especial para aquellos que desearan moverse a los ocho escenarios pero no podemos dejar pasar el ambiente que traían estas camionetas, entre coros que gritaban “Departamento” o raperos improvisados, los asistentes a los shows disfrutaron la música en todo momento.

Uno de los escenarios que llamó la atención por sus artistas con tintes pop, melodías con influencias a la electrónica y tonos más calmados fue Departamento. La cantante ecuatoriana LaTorre nos metió en esta mezcla entre el pop y la música tradicional de Ecuador adaptada a los tiempos Millenial con sintetizadores y beats electrónicos. Posteriormente llegó una propuesta catalana diferente, con guitarra en mano, El Meister subía al escenario, la luz azul del reflector iluminaba su cabello y barba, se movían sus manos a lo largo del instrumento mientras un coro lo acompañaba con “Los Perros Ladran”. Para finalizar, El Meister dejó la guitarra a un lado y tomó el micrófono para bailar junto a los asistentes “Autómata”.

Para cerrar las actividades de Festival Marvin 2019, el Foro Bizarro se volvió una rocola de los 50’s con la presentación de Rebel Cats quienes llenaron el escenario de esas “canciones del ayer, que hicieron historia, que no sabemos cómo nos las sabemos pero simplemente las sabemos”, esto dijo Vince, baterista y vocalista de los Rebel Cats al principio de su presentación. Al pulso

Pudimos escuchar canciones como “La dosis perfecta” que ya cuenta con un video oficial por parte de la banda rockabilly, “Ingrata”, “El duelo”, hasta las clásicas y más esperadas como “Déjenme rockanrolear” y “El pecador”. Sin lugar a dudas fue una manera especial de concluir con todos los conciertos, emociones y música que escuchamos a lo largo del sábado.

En una aventura por las calles de la Ciudad de México, corriendo de un lado a otro con la promesa de ver a un artista o banda, los asistentes al Festival Marvin se dejaron llevar por el sonido y ambiente de los sets armados en los escenarios del evento. Una vez más, Festival Marvin demostró ser una plataforma para proyectos independientes en nuestro país, teniendo una gran oferta de espectáculos para satisfacer a todo público, abriendo la puerta a nuevas experiencias en música y una mirada a la realidad que vive no sólo México, el mundo y todos los artistas que formaron parte de esta edición.

Gracias Marvin, nos vemos el próximo año.