El Peso Del Mundo: La magnífica reinvención de Vaya Futuro en su cuarto disco
- Marlon Nieto
- 9 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 1 nov 2020
La banda originaria de Tijuana Vaya Futuro siempre ha llamado la atención en cada entrega que han realizado. El grupo ha abordado diferentes géneros que van desde el shoegaze hasta el rock más armónico y alejado de ruidos estridentes. Una de las bandas más versátiles que se ha mantenido gracias a sus arriesgadas propuestas que no dejan indiferente a nadie.

Vaya Futuro conformada por Luis Aguilar, Miguel Ahuage y L.E. Ros está radicada en la Ciudad De México desde 2015. La banda acaba de estrenar su cuarto disco de larga duración “El Peso Del Mundo”, este álbum toca temas de aislamiento, trauma, y es un claro ejemplo de lo que sucede cuando una persona se deja moldear por el odio hasta llegar a los sentimientos más oscuros del ser humano. Encuentra paz en el rechazo del mundo moderno y su impacto en la ecología y la mente. Al mismo tiempo mezcla diferentes corrientes musicales tales como el flamenco, el jazz, el ambiente, arreglos orquestales y experimentación en el estudio.
Un álbum que tiene un concepto complejo, resiliente y difícil de asimilar, pero muy auténtico y genuino. Un disco que envuelve y embriaga de a poco a toda alma sensible que busque un refugio aislado de las vicisitudes contemporáneas. Un sonido que por momentos se siente fuera de este mundo. Este álbum es un pasaje místico que desde el comienzo pretende hipnotizar.
“Somos interrogantes que deambulan. Vamos soñando sin siempre recordar que el que teme al silencio es porque teme a sus voces enfrentar”.
Después de este breve momento de introspección con el que empieza el disco todo se transforma en una odisea nostálgica de majestuosas armonías en donde la voz de Luis Aguilar se funde junto con los idílicos coros. La experimentación, la atmósfera sombría del disco se nota desde un guiño personal como lo es “El Abuelo” para después adentrarnos de a poco a las entrañas del inframundo con “El Peso Del Mundo” y “Descenso”. En este punto el disco penetra de manera eficaz y no hay vuelta atrás, su carga emocional nos hace parte de la fragilidad y decadencia del ser humano. Con “Luciferina” llega un cálido momento de paz, una canción que evoluciona de una estupefacta simplicidad a un recital de melodías celestiales de orquesta.
El descenso regresa y la sinfónica no abandona el “dantesco” sonido de “Talión”. El climax de este lóbrego sueño llega con el piano funesto de “(((O)))”, la brillante arritmia de “7”, y un onírico pasaje armónico con “Heima”. El sueño y la redención finalizan con “Florecer” y “Sosiego”, dos piezas encandilantes que sumergen a cualquiera en la más profunda ataraxia entre rock sinfónico y experimental con bellos arreglos de guitarra y piano.
Con este cuarto material discográfico nuevamente se separan del sonido del álbum anterior y se acercan cada vez más a un estilo meramente propio.
"Es el disco que más nos ha dado un sentido de identidad. Dejamos atrás hacer música que se parece a otras cosas y empezamos a ser nosotros. Es el proyecto que más tiempo nos ha llevado terminar y del que estamos más orgullosos. En retrospectiva se siente muy bien saber que decidimos hacer este disco en lugar de terminar la banda." Señaló Aguilar.
Sin duda este disco es uno de los trabajos más importantes del año, por su complejidad, su autenticidad y por su concepto que funciona como una terapia personal de nuestro particular encierro que vivimos física y emocionalmente. Un álbum que debe ser apreciado más de una vez, éste es el mejor álbum de Vaya Futuro hasta la fecha, evolucionando de manera superlativa y alejándose de sonidos convencionales.

El Peso Del Mundo fue producido por Devil in the Woods. El disco ya está disponible en todas las plataformas digitales.
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