Caloncho se fue de campamento al Teatro de la Ciudad
- Secuencias mx
- 2 jun 2019
- 3 Min. de lectura
-Fernanda Rodríguez-
El concepto del concierto surgió cuando Caloncho y su banda hicieron una sesión desde un estudio por el Desierto de los leones.

¡Qué gran escenografía! Fue lo que pensé y seguramente muchos de los asistentes tenían en mente; desde que se ilumino el escenario se veían unos cuantos arbustos. Se apagan las luces y empiezan sonidos… sonidos de pájaros y flautas, en el telón se puede observar Ben y Frank los encargados de hacer ver a los asistentes a través de unos lentes.
Se abre el telón y sale el guardabosques Carlos Lang, presentando de uno en uno a los campistas (también vestidos como uno) hasta presentar a Óscar Castro (Caloncho), los gritos sobresalen en el recinto; se abrazan y empieza Fotosíntesis.
Se notaba la energía de público y esa energía se iba llenando de nostalgia con Pasa el Tiempo, minutos después Caloncho preguntaba a sus fans si ya habían escuchado su nuevo EP “PA” e inmediatamente empezó a sonar Bolita de Pan, después sonaron Jardinero y China Chula; después regresamos a la nostalgia y lo romántico con Chupetazos, desde el inicio se escucho por parte del publico “quiero que me rompas el hocico a chupetazos…”. Para continuar la noche siguió con Diario y Xanates.

Caloncho empieza a hablar, cuenta que la canción Mamá Morada se inspiró de un sueño en donde una mamá se presentó con su cría y por esa razón decidió invitar a una mamá a cantar, dicha mamá fue Ximena Sariñana.
Las canciones fluían al igual que los asistentes al cantar a todo pulmón Brillo Mío, Loco, Amigo Mujer y Palmar. Parejas se veían abrasándose, amigas bailando al ritmo de la canción, al publico de pie desde los del piso de abajo hasta la planta alta, una noche llena de energía.
Acaba Palmar se nota como los músicos se meten a la casa de campaña que estaba a un costado del escenario, las luces se apagan, pasan algunos minutos y sale Caloncho con un quinque por esa misma casa de campaña, la fogata se enciende y los demás le empiezan a hacer compañía, solo con una guitarra (se venía un acústico). Empieza a sonar Amor Papaya. Se comenzaba a escuchar ovaciones de que toque Bésame Morenita, mención que tenían mucho tiempo que no la tocan, pero por ser una noche especial la tocaron.
Se queda un momento en silencio y Caloncho llama a Ximena Sariñana otra vez para que cantara Monitor de Volován, todos en el recinto cantaban esta canción tan conocida; siguió con Julia, se ve a dos mujeres frente al escenario bailando y cantando. Sigue con Equipo y Hedonista en la cual se acaba lo acústico y las personas de la parte de abajo se ponen frente del escenario, luces de los celulares empiezan a salir para iluminar el Teatro de la Ciudad.
El público regresa a su lugar y empieza a sonar El Derroche, donde todos se pusieron a bailar, hasta Caloncho y sus músicos se rifaron unos pasos de baile muy sincronizados. El final de la noche se acercaba, lo sabíamos, para cerrar esa noche llena de magia del bosque decidieron cerrar con La Chora, la cual tuvo un sonidito medio duranguense, y esta dio paso a la canción del gran cierre, la que pone de buenas a cualquiera y la que te pone Optimista.

La emoción se sentía, brotaba por el aire, lleno de gritos y aplausos; Caloncho da las gracias a los asistentes, menciona que los ama y que van a regresar. Los fans que están frente al escenario le empiezan a pedir fotos y él accede. Los asistentes empiezan a salir emocionados y llenos de euforia.
Sin duda fue una noche llena de recuerdos, alegrías, sentimientos de papá encontrados de Caloncho para su hija, una noche llena de magia del bosque, una noche de todo bien…
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